EUROPA
PRESS
16 diciembre
2021
¿Por
qué el ejercicio protege contra el envejecimiento?
Científicos de la Universidad de Monash
(Australia) han descubierto una enzima que es clave para explicar por qué el
ejercicio mejora nuestra salud. Además, este descubrimiento abre la posibilidad
de desarrollar fármacos que promuevan la actividad de esta enzima y protejan
contra las consecuencias del envejecimiento en la salud metabólica, incluida la
diabetes de tipo 2, según publican sus autores en la revista 'Science Advances'.
La proporción de personas mayores de 60 años en todo el
mundo se duplicará en las próximas tres décadas. La incidencia de la diabetes
de tipo 2 aumenta con la edad, por lo que este envejecimiento de la población
también supondrá un aumento de la incidencia de la enfermedad a nivel mundial.
Una de las principales razones del aumento de la prevalencia
de la diabetes de tipo 2 con la edad es el desarrollo de la resistencia a la
insulina, o la incapacidad del cuerpo para responder a la insulina, y esto
suele estar causado por la reducción de la actividad física a medida que
envejecemos.
Sin embargo, los mecanismos precisos por los que la
inactividad física facilita el desarrollo de la resistencia a la insulina
siguen siendo un misterio.
Ahora, investigadores de la Universidad de Monash han descubierto
cómo la actividad física mejora la capacidad de respuesta a la insulina y, a su
vez, favorece la salud metabólica. Y lo que es más importante, las enzimas que
han descubierto y que son clave en este mecanismo pueden ser objeto de fármacos
que protejan contra las consecuencias del envejecimiento, como el desgaste
muscular y la diabetes.
El equipo de científicos del Instituto de Descubrimiento de
la Biomedicina (BDI) de la Universidad de Monash, dirigido por el profesor Tony
Tiganis, revela que la reducción de la generación de
especies reactivas del oxígeno (ROS) en el músculo esquelético durante el
envejecimiento es fundamental para el desarrollo de la resistencia a la
insulina.
Según el profesor Tiganis, el
músculo esquelético produce constantemente ERO y esto aumenta durante el
ejercicio. "Las ERO inducidas por el ejercicio impulsan respuestas
adaptativas que forman parte de los efectos saludables del ejercicio",
señala.
En su artículo el equipo de investigación muestra cómo una
enzima llamada NOX-4 es esencial para las ERO inducidas por el ejercicio y las
respuestas adaptativas que impulsan la salud metabólica.
En ratones, los investigadores descubrieron que la NOX4
aumenta en el músculo esquelético después del ejercicio y que esto conduce a un
aumento de las ERO que provoca respuestas adaptativas que protegen a los
ratones del desarrollo de la resistencia a la insulina, que de otro modo se
produce con el envejecimiento o la obesidad inducida por la dieta.
Con este trabajo los científicos han demostrado que los
niveles de NOX4 en el músculo esquelético están directamente relacionados con
la disminución de la sensibilidad a la insulina asociada a la edad. "En
este estudio hemos demostrado, en modelos animales, que la abundancia de NOX 4
en el músculo esquelético disminuye con el envejecimiento y que esto conduce a
una reducción de la sensibilidad a la insulina", concluye el profesor Tiganis.
"Desencadenar la activación de los mecanismos de
adaptación orquestados por NOX4 con fármacos podría mejorar aspectos clave del
envejecimiento, como el desarrollo de la resistencia a la insulina y la
diabetes de tipo 2", añadió.
"Uno de estos compuestos se encuentra de forma natural,
por ejemplo, en las verduras crucíferas, como el brócoli o la coliflor, aunque
la cantidad necesaria para los efectos antienvejecimiento podría ser mayor de
la que muchos estarían dispuestos a consumir".